Cambiemos juntos la vida de los pacientes con AP

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Resumen de los síntomas

La iniciativa Love Your Limbs™ está intentando concienciar acerca de la AP

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    Detección y tratamiento de la AP

    Detección y tratamiento de la AP

    La arteriopatía periférica (AP) puede ser asintomática o presentarse con distintos signos y síntomas de isquemia de las extremidades.  Los pacientes en las primeras etapas de la AP a menudo no comunican sus síntomas o los confunden con signos normales del envejecimiento. La detección de la AP asintomática es importante, ya que también permite identificar a los pacientes que presentan mayor riesgo de padecer aterosclerosis en otros lechos arteriales. Estos pacientes pueden beneficiarse de tratamientos médicos y cambios en el estilo de vida que reducen el riesgo de progresión de la AP, infarto de miocardio (IM), accidente cerebrovascular y muerte.1

    Factores de riesgo

    Los factores de riesgo de la AP son parecidos a los que promueven el desarrollo de la cardiopatía coronaria. En el caso de la AP, los marcadores de inflamación y el tabaquismo influyen en mayor medida, mientras que el colesterol total y la masa corporal son menos importantes, si bien relevantes. Otros indicadores de riesgo de la AP son la edad, la proteína C-reactiva de alta sensibilidad, la presión arterial sistólica, el nivel socioeconómico y la lipoproteína (a).2 La diabetes mellitus es un importante indicador de riesgo de la AP y se ha asociado a tasas más elevadas de isquemia crítica de las extremidades (CLI) y de amputación.3

    Age
    Se calcula que 1 de cada 20 personas mayores de 50 años padece AP.4

    Edad

    High cholesterol
    El riesgo de AP aumenta entre un 5 % y un 10 % por cada incremento de 10 mg/dl en los niveles de colesterol total.5

    Colesterol elevado

    High blood pressure
    Puede acabar dañando las paredes de las arterias y provocar enfermedades.6

    Presión arterial elevada

    diabetes
    La diabetes tipo 2 puede cuadruplicar las probabilidades de desarrollar AP.7

    Diabetes

    smoking cessation
    El consumo de tabaco cuadruplica el riesgo de desarrollar AP.8

    Tabaquismo

    Kidney disease
    Las personas con una función renal reducida tienen el doble de probabilidades de padecer AP.9

    Nefropatía

    Family History
    Tener familiares con AP puede aumentar el riesgo de padecer la enfermedad.10

    Antecedentes familiares

    Ethnicity
    Los afroamericanos y los hispanos presentan el mayor riesgo de padecer AP.11

    Etnia

    Directrices para la detección

    Las directrices del American College of Cardiology/American Heart Association (ACC/AHA) sobre la AP han identificado los siguientes grupos, que tienen una mayor prevalencia de AP y donde la detección puede ser pertinente12:

    • Edad ≥65 años
    • Edad de 50 a 64 años con factores de riesgo de aterosclerosis (p. ej., diabetes mellitus, antecedentes de tabaquismo, hiperlipidemia, hipertensión) o antecedentes familiares de AP
    • Edad <50 con diabetes mellitus y un factor de riesgo adicional de aterosclerosis
    • Aterosclerosis conocida en otros lugares (p. ej., enfermedad coronaria, carótida, de la arteria renal)
    • Antecedentes de claudicación, otros síntomas no articulares de las extremidades inferiores relacionados con el esfuerzo, alteración de la función de la marcha o dolor isquémico en reposo
    • Presentación física con pulsos anómalos de las extremidades inferiores, soplo vascular, gangrena o heridas en las extremidades inferiores que no cicatrizan u otros hallazgos físicos indicativos (p. ej., palidez al elevar la pierna/rubor dependiente)

    Diagnóstico de la AP

    Los pacientes con riesgo de AP deben someterse a un examen vascular completo y la detección de AP debe incluir siempre preguntas relacionadas con posibles antecedentes de dificultad para caminar, dolor en las extremidades que podría deberse a isquemia y heridas que no cicatrizan. Puesto que la presentación de la AP puede variar, a los pacientes con factores de riesgo de AP que comuniquen pocos o ningún síntoma se les debe preguntar acerca de la capacidad funcional y la disminución de la actividad con el tiempo, incluido el dolor no articular relacionado con el esfuerzo.12

    En muchos pacientes, los antecedentes de factores de riesgo o síntomas de la AP, junto a los hallazgos de la exploración física, son suficientes para establecer un diagnóstico de AP. Los pacientes con síntomas atípicos o hallazgos físicos anómalos requieren confirmación con un índice tobillo-brazo (ITB) para establecer el diagnóstico de AP. Las directrices de ACC/AHA para pacientes con antecedentes o hallazgos en el examen físico que sugieran AP recomiendan un ITB en reposo, con o sin presiones segmentarias y formas de onda, para establecer el diagnóstico.12

    La clasificación clínica de la AP crónica de las extremidades inferiores se basa en la gravedad de los síntomas y diferencia los signos avanzados de la AP, la pérdida de tejido, como ulceración y gangrena. Las últimas etapas de la enfermedad, el dolor isquémico en reposo y la pérdida de tejido, se consideran isquemia crítica de las extremidades (CLI).13

    Clasificación clínica de Rutherford

    0

    Asintomática

    1-3

    Claudicación de leve a moderada

    4

    Claudicación severa

    5

    Dolor isquémico en reposo

    6

    Pérdida de tejido menor y mayor

    Asintomática
    Claudicación de leve a moderada
    Claudicación severa
    Dolor isquémico en reposo
    Pérdida de tejido menor y mayor

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    0

    1-3

    4

    5

    6

    Isquemia crítica de las extremidades

    La isquemia crítica de las extremidades se presenta como dolor isquémico en reposo con o sin pérdida de tejido, como ulceración de la piel, úlcera diabética o gangrena.Se estima que se produce CLI en el 1 o el 2 por ciento de los pacientes con AP sintomática.14

    Los pacientes con CLI presentan riesgo de pérdida de una extremidad, con una tasa de pérdida de la extremidad asociada al cabo de 1 año del 20 % y una tasa de mortalidad al cabo de 1 año del 20 %.15 Las estimaciones indican que el 33 % de los pacientes con CLI que sufran amputación se someterán a una amputación contralateral en un plazo de 3 a 5 años.16 En un análisis retrospectivo, sin embargo, se ha comunicado que el 54 % de los pacientes con CLI no se sometieron a procedimientos vasculares en el año anterior a la amputación de la extremidad inferior.17 Una intervención temprana en la red adecuada es esencial para reducir la posibilidad de amputación.

    Programas de salvamento de extremidades

    Un enfoque multidisciplinar e integral que implique al proveedor de atención primaria, al podólogo o al especialista en atención clínica de lesiones cutáneas, al especialista intervencionista y a otros recursos hospitalarios proporciona una atención médica y quirúrgica óptima. La AP es una enfermedad que se puede tratar. Con una identificación temprana y la gestión adecuada por parte de un equipo de salvamento de extremidades, se pueden reducir las complicaciones que pueden provocar la amputación.

    La intervención temprana con el equipo adecuado es la clave

    Los especialistas clave en un equipo médico que trabaja para salvar la pérdida de una extremidad están determinados por la patología y el estadio de la enfermedad. El equipo central incluye médicos que atienden el pie y las heridas (podólogo y/o cuidado de heridas) junto con médicos enfocados en la integridad vascular de la extremidad inferior (Intervencionistas). Los médicos adicionales en un modelo de atención integral pueden incluir medicina interna, endocrinología, enfermedades infecciosas, fisioterapia, cirugía plástica, enfermería, medicina de emergencia y prótesis. Múltiples estudios globales han demostrado la efectividad de un equipo multidisciplinario para reducir las tasas de ulceración y prevenir las amputaciones relacionadas con las afecciones del pie diabético, incluida la EAP.19

    Médico de atención primaria
    Podólogo/
    especialista en atención clínica de lesiones cutáneas
    Especialista endovascular
    Cirujano
    vascular
    Equipo colaborativo para la AP
    Médico de atención primaria

    Médico de atención primaria

    Los médicos de atención primaria evalúan los factores de riesgo de AP del paciente, siendo la edad, la diabetes, la presión arterial elevada y los antecedentes de tabaquismo algunas de las principales evaluaciones realizadas. Además, pueden derivar a los pacientes al especialista para que este realice otras pruebas de AP.

    Podólogo/
    especialista en atención clínica de lesiones cutáneas

    Podólogo/
    especialista en atención clínica de lesiones cutáneas

    Realiza pruebas, como el índice tobillo-brazo (ITB), para detectar la AP. Tratará las úlceras, heridas y desbridamientos necróticos y puede realizar una cirugía reconstructiva.

    Especialista endovascular

    Especialista endovascular

    Estos especialistas pueden realizar exploraciones de diagnóstico avanzadas para evaluar el estadio y la gravedad de la AP y desarrollar un plan de tratamiento. Además, realizan procedimientos endovasculares mínimamente invasivos para restaurar el flujo sanguíneo y pueden derivar al paciente a un cirujano en caso necesario.

    Cirujano
    vascular

    Cirujano
    vascular

    Un cirujano vascular es un médico especializado en el tratamiento quirúrgico de los vasos sanguíneos. Con frecuencia, el cirujano vascular será el primer especialista en vasos sanguíneos que verá. Evaluará si se le puede derivar a un especialista endovascular o si lo más adecuado es una cirugía vascular.

    Médico de atención primaria
    Podólogo/
    especialista en atención clínica de lesiones cutáneas
    Especialista endovascular
    Cirujano
    vascular
    Equipo colaborativo para la AP

    Apoyo de CLI

    Economía de la AP

    El coste total de las amputaciones va mucho más allá de los del quirófano.

    Se preveía que, al cabo de 5 años, un enfoque puramente endovascular tendría un ahorro de costes de aproximadamente el 21 % en comparación con la amputación.*20 Los factores que influyen en el coste total de la amputación incluyen los de los procedimientos, los de la rehabilitación y residencias de ancianos, atención médica domiciliaria y equipamiento médico, como prótesis y sillas de ruedas.21

    Calidad de vida

    Las personas que pierden una extremidad a causa de la CLI presentan un estado de salud significativamente peor, elevadas tasas de mortalidad y un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, obesidad, problemas en articulaciones y huesos, además de altas tasas de depresión y angustia emocional.22-27

    Diversos estudios calculan que la tasa de mortalidad al cabo de 5 años para las personas con una amputación a causa de la AP se encuentra entre el 50 % y el 74 %, un porcentaje más alto que el cáncer colorrectal, el cáncer de mama y la arteriopatía coronaria (CAD).28-29

    50%
    35%
    Cáncer colorrectal32
    11%
    Cáncer de mama33
    7%
    Arteriopatía coronaria 34

    Únase a la communidad

    Las comunidades de profesionales sanitarios que participan en la campaña Love Your Limbs™ están tomando medidas para redefinir lo que significa tratar la AP. Concienciar acerca de la AP requiere un esfuerzo conjunto. Ayúdenos a cambiar la vida de millones de pacientes con AP.