Ayúdenos a que se conozca la arteriopatía periférica

Controlar su arteriopatía periférica (AP) puede reducir el riesgo de complicaciones graves. Es una gran noticia para usted y para sus seres queridos.

¿Podría usted padecer AP?
Conozca los síntomas de la AP

Love Your Limbs™ está ayudando concienciar acerca de la lucha contra la AP.

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No está solo, tiene detrás una sólida comunidad de pacientes

Factores de riesgo de AP

Millones de personas de todo el mundo presentan factores de riesgo y signos de alerta de arteriopatía periférica (AP) sin ni siquiera saberlo. Los factores que contribuyen al riesgo de desarrollar AP son:

1 de cada 20 personas mayores de 50 años padece AP.2

Edad

El riesgo de padecer AP aumenta entre un 5 % y un 10 % por cada incremento de 10 mg/dl en los niveles de colesterol.3

Colesterol elevado

Puede acabar dañando las paredes de las arterias y provocar enfermedades.4

Presión arterial elevada

La diabetes tipo 2 puede cuadruplicar las probabilidades de desarrollar AP.5

Diabetes

El consumo de tabaco cuadruplica el riesgo de desarrollar.6

Tabaquismo

Las personas con una función renal reducida tienen el doble de probabilidades de padecer AP.7

Nefropatía

Tener familiares con AP puede aumentar el riesgo de padecer la enfermedad.8

Antecedentes familiares

Los afroamericanos y los hispanos presentan el mayor riesgo de padecer AP.9

Etnia

La AP es una enfermedad progresiva

La AP no se puede curar, pero el tratamiento médico y un estilo de vida saludable pueden ayudar a mejorar el flujo sanguíneo y evitar que la enfermedad empeore. Si no se interviene, la enfermedad puede progresar a un ritmo más rápido. En las primeras etapas, la AP puede ser asintomática, es decir, que no produce ni muestra ningún síntoma. La ausencia de síntomas es solo temporal y, sin tratamiento ni diagnóstico, los síntomas se volverán cada vez más evidentes y graves. Con el tiempo, la enfermedad puede progresar a una fase avanzada (también conocida como isquemia crítica de las extremidades) y la amputación pasa a ser un riesgo real y grave.

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