Es posible que en las primeras etapas de la AP no experimente ningún síntoma. Los síntomas de una arteria obstruida se volverán más graves con el tiempo. Muchos síntomas de la AP a menudo se ignoran o se piensa que son parte del proceso de envejecimiento, pero son muy reales y es esencial abordarlos.

Los síntomas de la AP pueden diferir en función de la gravedad de su afección. Si cree que tiene alguno de los síntomas que se indican a continuación o ha cumplido 50 años, hable con su médico sobre la AP.

Primeros síntomas

Calambres dolorosos en las piernas

Puede que esto no sea un signo normal de envejecimiento. Se denomina claudicación intermitente, una afección en la que el ejercicio produce calambres dolorosos en la pierna y que puede ser lo suficientemente grave como para sentirse desmoralizado a la hora de caminar, subir escaleras o subir cuestas.

Entumecimiento, debilidad, pesadez

Pueden ser los primeros signos de alerta de la AP, si bien a menudo se confunden con una neuropatía diabética u otras enfermedades.

Dolor de las piernas en reposo

El dolor en las piernas o los pies puede producirse durante el día o durante la noche mientras descansa y se alivia dejando colgar las piernas por el borde de la cama.

Evolución de los síntomas

Pies o dedos fríos

Puede producirse en una o más partes de la piel, específicamente en los pies o en las piernas que resultan más fríos al tacto y no se calientan.

Piel seca y descolorida

Cuando el flujo sanguíneo se ve limitado, algunas partes de la piel pueden parecer más secas de lo normal, más rojas o presentar un color inusual.

Sensación de ardor o dolor en los pies y en los dedos de los pies

Aunque puede deberse a una neuropatía diabética, también puede ser el resultado de la reducción del flujo sanguíneo causada por la AP.

Síntomas avanzados

Caída del pelo

La reducción del flujo sanguíneo podría provocar la caída del pelo o un crecimiento más lento del pelo en pies y piernas.

Llagas crónicas

La AP puede producir llagas o úlceras que reaparecen con frecuencia o no cicatrizan.

Gangrena

Cuando los tejidos de las extremidades dejan de recibir un flujo sanguíneo adecuado debido al bloqueo arterial, se puede producir una gangrena o necrosis. Si no se trata, la gangrena puede hacer necesaria una amputación.

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